El festival imposible, realmente era imposible o sólo era inevitable
Recientemente
se realizó el festival de cine Puy ta Cuxlejaltic (Caracol de
nuestra vida) en el Caracol zapatista de Oventic. Sucediendo del 1 al
10 de noviembre, donde miles de bases e insurgentes zapatistas
pudieron ver en formato de maratón, decenas de películas, la
mayoría documentales, que se han producido en diversas geografía,
con diversas motivaciones y la enorme mayoría, parte de la cartelera
de los festivales más importantes del país.
La
curaduría fue una especie de muestra de festivales, prácticamente
todas las películas documentales han participado en algún festival,
las menos no lo han hecho, las películas de ficción igualmente, y
qué decir de Roma de Alfonso Cuarón con la que, según algunos, dio
inicio oficialmente el festival, aunque en realidad comenzó con
producciones más modestas y colectivas. La diversidad de
producciones que se vieron tuvo desde producciones autogestivas o de
muy bajo presupuesto, como producciones con altos financiamientos
públicos y/o privados, que eso no define ni su contenido, ni su
posición en los temas que abordan, o quizá sí, eso todavía
estaría a discusión que de momento no me interesa abordar.
Festival de cine Puy ta Cuxlejaltic
Pero
¿eso que menciono es lo destacado? no, definitivamente no, lo
destacado son muchas otras cosas, como que haya sucedido el festival
en un Caracol zapatista; como que miles de indígenas zapatistas
hayan visto muchas películas que difícilmente o nunca, hubieran
podido ver de no suceder el festival; que muchos realizadores,
productores y otros etcéteras del mundo audiovisual, no sólo del
cine, pudieron tener un primer acercamiento con los Tercios Compas
(antes radialistas y promotores de comunicación); que muchos de los
invitados que asistieron intercambiaban, por primera vez, palabras
con un/una zapatista de carne y hueso, muchos ya los conocen bastante
bien.
Festival de cine Puy ta Cuxlejaltic
El
cine llegó a un Caracol zapatista, eso me hizo pensar en los
recuerdos de la infancia cuando llegaban las proyecciones de cine al
barrio, claro, no era lo mismo, no eran maratones, era una o dos
películas pero el efecto en el gusto cinematográfico quedaba como
huella indeleble, así supongo lo habrán vivido algunos compas, así,
quizá lo habrán vivido algunos Tercios Compas.
Pero
¿los zapatistas se encuentran por primera ocasión con el mundo del
cine? No, tampoco. Los zapatistas han vivido el cine de formas
diversas, el audiovisual para no restringirnos. Los zapatistas han
protagonizado un sin fin de películas documentales desde su
surgimiento, por ejemplo, Viaje al centro de la selva de Epigmenio
Ibarra 1994; Las compañeras tienen grado, 1995 de Guadalupe Miranda
y María Inés Roqué; Caminantes, 2001 de Fernando León de Aranoa o
su protagonismo en la ficción Corazón del tiempo, 2009 de Alberto
Cortés. Sí, los zapatistas han visto y han sido vistos de cerca,
sin olvidar el encuentro con Oliver Stone en 1996 en pleno auge y
globalización del EZLN.
Festival de cine Puy ta Cuxlejaltic
En
casi todo este tipo de cine los zapatistas habían estado del lado
del lente, es decir, delante de la cámara, era la mirada del de
afuera a los rebeldes de adentro, pero los zapatistas también saben
de estar del otro lado de la cámara, tampoco es que están
descubriendo el audiovisual en este festival, desde hace 20 años que
los primeros zapatistas se enfrentaron a un equipo de filmación y de
edición análogo.
Cuentan
los que estuvieron en ese inicio que: “En
febrero 1998 sostuvimos los primeros talleres bi-nacionales como
parte de nuestro proyecto de intercambio cultural juvenil bajo el
nombre de Chiapas
Youth Media Project;
los participantes eran Street Level Youth Media de Chicago, el grupo
de jóvenes indígenas de Fabio de Ciudad de México y el grupo de
videastas indígenas de Guillermo de Oaxaca.” Nos dice Alex Halkin
en su texto “Fuera
de la óptica Indígena: Zapatistas y Videastas Autónomos”
publicado
en el libro Global
Indigenous Media: Cultures, Poetics, and Politics , 2008.
Foto: Paco Vázques 1998
Los
primeros equipos usados en lo que se consolidaría primero como
Centros
Regionales de Medios, después
como
Centros de Comunicación Rebelde Autónomos Zapatistas, fueron
cámaras S-VHS y equipos de edición analógicos igual S-VHS. La
necesidad y solicitud de continuar con el proceso obliga a que se
formalice la relación y la formación, por lo que en
marzo 1998 se instituye el proceso con el proyecto Chiapas Media
Project (CMP) y en México se incorpora en el 2001 como Promedios de
Comunicación Comunitaria, en adelante se refieren como Chiapas Media
Project/Promedios.
Parte
de las tareas de los promotores de comunicación era registrar las
actividades de las comunidades, es decir, documentar, otra actividad
era realizar producciones en colaboración con las demás comisiones
o grupos de trabajo, como promotores de educación de salud, de
agroecología, etcétera. De igual forma, la responsabilidad era
llevar las proyecciones de estos materiales a los municipios
autónomos y comunidades, llevar cine a estas mismas porque lo cada
CCRAZ contaba con su video teca, que contemplaba cine documental y
cine de ficción; si lo pensamos, los promotores de comunicación o
videastas, eran promotores también del cine en las comunidades.
CompArte 2016
Desde
hace ya varios años, CMP primero y ProMedios después, no trabajan
directamente el proceso formativo con los comunicadores zapatistas,
ambos han desarrollado otros proyectos y procesos, pero mientras duró
el trayecto juntos, las producciones zapatistas tuvieron dos
destinatarios, las comunidades, bases civiles del zapatismo y los
externos, que no sólo se hizo como un trabajo de mera difusión del
movimiento, sino también, de visibilidad y estrategia de fondos para
equipamiento en los CCRAZ. Así que en común acuerdo de 1999 a 2006,
algunas de las producciones audiovisuales participaron en festivales
y muestras de cine. Algunos de los título que salieron a festivales
fueron: Son de la tierra, La tierra es de quien la trabaja, Educación
en resistencia, El huerto zapatista, entre otros.
Visita Marichuy Caracol de Morelia 2017
La
primera ocasión que se vio un cortometraje en un festival de cine
fue en 1999, ese años se presentaron en diversos festivales, por
ejemplo, el Taos Talking Picture Festival, Nuevo México; el First
Peoples Festival, en Montreal. Las producciones destinadas al
exterior viajaron por América del Norte, del Sur, por Europa,
Oceanía, llegaron a la India, Sudáfrica y Rusia. Su última gira
cinematográfica se haría en Francia, con la campaña “El Ojo
Zapatista” en 2006 y los cortos fueron proyectados en diversas
salas con diversos públicos que gustan del cine, nos dice Nicolás
Défossé, ex integrante de ProMedios: “Hablo
de cines donde se proyectan películas que estrenan comercialmente el
mejor cine de autor internacional. Nada equivalente se realizó en
Estados Unidos más allá de festivales.”
Festival de cine Puy ta Cuxlejaltic
A
partir de entonces, los cortometrajes y la documentación audiovisual
se concentró en el interior de la organización, sus producciones no
saldrían de nuevo a los públicos externos, sino hasta 2013, en la
Escuelita Zapatista los promotores de comunicación fueron los
responsables de realizar varios trabajos audiovisuales que fueron
material entregado a quienes asistieron como estudiantes de la
Escuelita. Después, en 2014 se fusionan los equipos de comunicación
(radios y videastas) de las zonas y se conforman como Tercios Compás,
un cuerpo de todas las regiones zapatistas quienes realizan el
registro audiovisual de todos los eventos, lo que venían haciendo de
por sí años atrás, pero ahora, vuelven a retomar la producción
hacia el exterior.
Festival de cine Puy ta Cuxlejaltic
El
festival de cine Puy ta Cuxlejaltic (Caracol de nuestra vida) en el
Caracol zapatista de Oventic no sólo es un “desfile de famosos”,
ni un “maratón de películas”, es un paso más en un proceso de
construcción permanente de la autonomía, con sus contradicciones
inevitables e innegables, en que por primera vez el trabajo
audiovisual es uno de los protagonistas, donde los equipos de
promotores de comunicación, Tercios Compas, si bien no mostraron
todo lo que saben, sí mostraron 4 cortometrajes, si bien no muestran
todo lo que son, sí se encontraron de frente con un sector que en
estos años, también se ha venido consolidando con narrativas y una
presencia propia.
Si
bien hay claroscuros en el festival, ausencias que se sienten (que
quizá aborde en otro texto), después de noviembre de 2018 veremos
qué resulta del encuentro con la gente del cine mexicano, veremos
qué resulta en la narrativa audiovisual de los Tercios Compas,
veremos “cine zapatista como Dios manda” y ¿Cómo manda Dios que
sea el cine?. El festival de cine Puy ta Cuxlejaltic (Caracol de
nuestra vida) culminó, y aunque no tuvo mayor repercusión en los
medios de comunicación nacional, podemos afirmar que está por verse
sus efectos en las bases civiles zapatistas que están cambiando, que
son consumidores de discursos audiovisuales como no lo habían sido
sus padres y abuelos, y que es ahí donde tienen un camino todavía
muy largo que andar. Como diría un chiste popular: “Ya veremos
dijo un ciego....”
Fotos y texto: Noé PinedA
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