Pedaleando por nuestros derechos, o de cuando me tiró de la bici un pinchi conductor de “pesero”…
El otro día fui a arreglar mi bicicleta al centro de la ciudad, a un lugar cerca de Corregidora y la Merced, mal afamado por la prostitución que hay en sus calles, prostitución que me llama la atención por que las chicas se miran bien jovencitas, seguro que ahí hay tráfico de personas, pero nadie hace nada, la autoridad hace como que es zona permitida, y seguro ni revisa nada, ni salud, ni edad, y en todo caso, nadie debería de prostituirse, nadie debiera coger por necesidad material o por fuerza, sino por mero pinche placer de darle el gusto al cuerpo….
Pero ya me fui por otro lado, la cosa es que fui a arreglar mi bici que andaba mal de las velocidades, así que una vez que me la devolvieron me fui a dar una vuelta al Zócalo a ver qué me encontraba, y que me voy encontrando un evento de patinetos y bicicletos, puro chavito bien chavito, que andaba haciendo piruetas y malabares con sus bicis y sus patinetas, eso era una verdadera verbena popular de chavitas y chavitos con el look punki de butik, o sea, punki de TV, nada que ver con el punk de Inglaterra o de México de los 80, más bien chavitos que ya consumen el look y la música digerida por el sistema, la radio y la televisión, rebeldes estilo RBD.
Y pues que me digo, ´amos por la cámara para hacer fotos, y que me voy a mi casa por la relfex, emocionado haciendo cambios de velocidad ya que estaba mi bici lista, y en esas andaba cuando cerquita de mi casa, unas dos calles, voy pedalee y pedalee a una velocidad consistente pero nada rápido, cuando en plena avenida de Sor Juana veo de reojo que por mi derecha un microbusero en su maquina infernal acelera para saltarse el alto sin contemplación, yo en un microsegundo pensé que iba a detenerse por que así le marcaba el semáforo, pero nel, que acelera a todo, y pues como yo llevaba preferencia pues no había pensado en frenar, cuando alcance a darme cuenta que el tipejo ese no se iba a detener, pues que freno rápidamente y para no dejar media piel en el asfalto salté de la bicicleta, pensando que mejor se pase a traer la bici que a mi humanidad, y que caigo con mi mano derecha deteniendo la mayor parte de mi peso, y zaz!!!!
Pues al momento sólo alcancé a percibir que el golpe había sido muy fuerte, pero nada de brazo roto, nada de “muñeca” rota, mi manita parecía estar bien, un poco adolorida la izquierda, más adolorida la derecha, la rodilla un poco golpeada y raspada, pero al parecer todo bien, para mis adentro sólo alcance a pensar que aquel tipo era un pendejo que no respetaba ni su vida, mucho menos la ajena.
Fui a mi casa, me hice una primera curación y masaje, para tomar la cámara y salir a hacer las fotos, allá quedé con la Alicia para dar un rondín y darle duro al flashaso y la tomadera de foto, el evento lo ameritaba, ya en el Zócalo me di cuenta que el dolor iba aumentando, que pasaba del dedo a la muñeca, de la muñeca al antebrazo, del antebrazo al brazo, y pues ya me dolía un montón, y con trabajos podía manipular la cámara.
Alicia me pregunto qué había pasado, yo le conté y pues comenzamos a hablar del asunto, de lo necesario que es construir la cultura cívica, la cultura del transporte en bicicleta, la convivencia humana, el asunto del derecho a la bicicleta y la hegemonía del derecho del automóvil (sic) ; de ahí fuimos al absurdo que vivo con mis vecinos, quienes en el edificio me tienen prohibido dejar mi vehículo de dos ruedas en el estacionamiento, por que no es un coche y les afea la vista, esos han sido sus argumentos, yo les he tratado de explicar que mi vehículo de desplazamiento es una bicicleta, pero a ellos eso les parece estúpido, o banal en el mejor de los casos. Como mera nota curiosa terrible, sabían ustedes que muchas de las unidades habitacionales y edificios se construyen no en función de las personas, sino en función de cuántos autos caben en el estacionamiento? mare niña!!!!
Así que he reflexionado al respecto a partir de ese día con mayor profundidad, no es que no lo haya pensado, tanto así que decidí andar en bici manque supiera el riesgo, y resulta que ahora los automóviles tienen más derechos que las personas, que la ciudad privilegia el uso del auto de combustión interna, en lugar de promover alternativas; es cierto, el gobierno del DF está promoviendo visualizar a los ciclistas los domingos, y semos un chingo, pero hay 6 millones de vehículos que circulan diariamente en el DF, comparado con las bicicletas, es mucho, además que la gente piensa que las bicicletas son esparcimiento no transporte, como si uno se subiera a una bicicleta como si fuera al cine.
Hay gente en esta y muchas ciudades que prácticamente vive y trabaja en su bicicleta, o de su bicicleta, el otro día me encontré a un señor que lleva de todo, por que pasa más de 8 horas diarias desplazándose en su bici por su trabajo de afilador, otro pasa un tiempo parecido por que es zapatero, otro por que es mensajero, y así por el estilo, hay cientos y miles de personas en la ciudad que viven de la bicicleta, o que es su transporte cotidiano, por gusto, por que no tienen para pagar tantos pasajes en una grande ciudad como esta, por que así lo definieron frente a los altos niveles de contaminación, por que lo consideran una alternativa, y saludable por si fuera poco.
Nada más que el mercado ha decidido que el automotor sea el rey de los transportes, sin importar los índices de contaminación que genera en la ciudad, sin considerar que provoca enfermedades nerviosas en la población que tiene que lidiar con un trafico inmenso y malas vías de comunicación, y escasa planeación urbana saludable, México es un país que tiene una cantidad de topes inmensa, absurda, pues eso provoca lento trafico, provoca que los motores a gasolina consuman más combustible y en consecuencia generen más bióxido de carbono; además del absurdo de que te venden un estatus falso por tener el auto más grande, más potente, más ruidoso, más contaminate. Lo que es peor, que todo lo enfermo que se convierte el automovilista lo manifiesta en contra del peatón, del que anda en bicicleta o en motocicleta.
Platicando con amigas y amigos que usan la bici, pues hemos llegado a la conclusión que andar en éste vehículo es políticamente correcto en la actualidad, hay que re educar al ciudadano urbanita, que cree que el centro del universo es la ciudad y el vehículo automotor; que necesitamos manifestarnos aún más que los domingos oficiales, que están bien, hay que hacer visible lo que se pensaba invisible o peor aún, inexistente; que en la construcción de un mundo mejor hay que hacer uso de las tecnologías amables al medio ambiente y a la humanidad, que hay que educar a los ciudadanos que consideran que la transa, el agandaye, la violencia puede más que la tolerancia y la construcción de otras formas de convivencia entre unas y otros, entre nosotras y el medio ambiente
Antes usaba la bicicleta en Chiapas para desplazarme y hacer un poco de ejercicio, en la Ciudad de México la retomé de igual forma, pero ahora pienso que lo políticamente correcto es lo más arriesgado, y no hablo de ser políticamente correcto como hace la clase política, sino de hacer y ser políticamente correcto, manque eso nos cueste enemistades, nos lleve a confrontarnos con el gandaya, manque perdamos disque amigos, hay que construirnos de una forma diferente, manque mucho nos haga falta en lo poco que podamos hacer.
La Alicia me presentó a unos cuates re chidos y locos, que hacen rutas de bicicleta para llegar a un lugar sólo para tener una tertulia de lectura de poesía, eso me latió mucho, y aunque ahora no puedo andar en ella, me apunto para cuando mi manita este mejor, y mi retórica se convenza de que también puedo echar palabreada lúdica; también he conocido a un grupito de abogados bicicletos, que se la andan en la ciudad en éste vehículo por el gusto y la construcción de diversidad; o sea, gente que no hace uso de la bicicleta nomás así, sino que mero son políticamente correctos; también he conocido al grupo de ciclistas encuerados que traen un rollo super chido, algo que hacemos y promovemos en la organización ´onde mero trabajo ahora, hacer de nuestra estancia un derecho, el derecho a la ciudad, que pasa por construir la ciudad que se quiere en base a la practica cotidiana, que parte del respeto al derecho humano con corresponsabilidad…
Y ya entrado en el tema, échele un ojo a lo que estamos promoviendo (http://derechoalaciudaddf.blogspot.com/), el Derecho a la Ciudad, nada que ver con hacer más ciudades, monstruos de pavimento y tumulto, nelsonmandela, nones para los querendones, sino ser conscientes y responsables con el hábitat donde nos encontremos, nada de lo que pasa en el campo es ajeno a la ciudad y viceversa…
Oras!!! Si hasta parezco predicador, no le hace que el conductor de automóvil lo odie, usted pedaleyele….!!!!
Comentarios