Regresó la censura con los gobiernos panista.
Recientemente, el 1 de septiembre, fuimos testigos todos los mexicanos de un acto de censura bárbaro por parte del gobierno panista de Felipe Calderón, cuando desde la Secretaria de Gobernación encabezada por Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador de Guadalajara y responsable de violaciones a derechos humanos, se dio la orden de no transmitir el mensaje de la presidenta de la mesa del Congreso, la perredista Ruth Zavaleta.
Casi al mismo tiempo, el director de cine Luis Mandoki dio a conocer la censura de la que fue objeto por parte de Cinepolis, presumiblemente presionados por Gobernación, para negar la proyección de su documental que testimonia el fraude electoral del 2 de julio de 2006.
Uno piensa que esas cosas no llegan a los mortales como puede ser cualquier otro ciudadano que trabaja en la comunicación o en medios independientes, pero qué va, ayer me enteré que sí, que la censura del gobierno de Felipe Calderón, mejor conocido en el bajo mundo como Fecal, llegó a todas las instancias institucionales, espero que no para quedarse.
Como algunos de ustedes sabrán, yo he trabajado el video de manera independiente desde hace más de 10 años, en Chiapas realicé un buen número de trabajos documentando el conflicto armado interno no resuelto, o sea, el levantamiento del EZLN y realicé varios trabajos de promoción en video de organizaciones sociales y ONG´s.
Resulta que uno de los trabajos, el documental La guerra contra los pueblos zapatistas, realizado en colaboración con el periodista Jesús Ramírez Cuevas en 1999, lo estuvimos promocionando desde entonces, y hasta la fecha ha sido proyectado en festivales, en redes de comunicación y es parte de varias videotecas en Guatemala, México y España.
El documental, dice la sinopsis: “rescata imágenes y testimonios de los pueblos zapatistas en resistencia quienes han sufrido a manos de policías y el ejército federal diversas agresiones, el documental es testimonio de los agravios en el año de 1998 contra su propuesta política organizativa: los municipios autónomos. Testimonios de una guerra disfrazada y la respuesta civil de los pueblos zapatistas”.
Pues bien, recientemente, los organizadores del Encuentro Hispanoamericano de Video Documental Independiente, Contra el Silencio Todas las Voces, abrieron un espacio de proyección en Televisión Educativa (institución que depende de la Secretaría de Educación Pública, encabezada por la fiel amiga de Felipe, Josefina Vázquez Mota), un nuevo espacio para mostrar los trabajos de realizadores y realizadoras que han participado en el Encuentro desde el año 2000.
Mi buen amigo Cristian Calonico nos invitó a Jesús y a mi, como a muchos realizadores más, a participar de este nuevo espacio, así que nos solicitaron una entrevista a la que acudimos gustosos para dar nuestra palabra sobre el documental y la relevancia del testimonios de realizadores independientes frente y en compromiso con los movimientos sociales.
El programa se iba a transmitir en el canal 145 de televisión digital de Cablevisión en su barra del mes de julio, mismo que nunca vimos y pensamos que probablemente lo habían reprogramado para otra fecha, pero ayer que fui a visitarlos para saber qué había sido de él y cómo iba el programa pues me dieron la noticia.
Resulta que nuestra entrevista y el docu no se transmitió por que a las autoridades de Televisión Educativa de México, les pareció que “no era un buen momento político, que mejor dejaban pasar el momento y los trasmitían luego”, Lilia, la segundo de abordo de Cristian, me comentó que muy probablemente también nuestro currículo había sido “responsable” de la censura, pues Jesús es productor de La Verdad Sea Dicha y yo soy cámara y uno de los editores del mismo programa de televisión del gobierno legitimo que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Yo al momento no sabía qué sentir, si enojo por la censura tan descarada que se está dando en todos los espacios y niveles desde que llegó Felipe Calderón a la presidencia, o sentirme alagado y confirmar que mi trabajo va en buen camino, pues si les molesta a los de arriba es que vamos bien. Pero ya pasada la sorpresa pues me puse a pensar que la censura regresó, y como decía en mi reflexión anterior sobre el 1er. supuesto informe de gobierno de Fecal, la actitud de censor de Gobernación es igual a la que vivimos bajo el yugo de los gobiernos priístas de los años 60, 70 y 80.
La censura de la que fuimos objeto no tiene nombre, o sí, son chingaderas pues, es miedo a la crítica, miedo a las posiciones divergentes, al verdadero debate, a la memoria, a la opinión de los ciudadanos que estamos fuera de las esferas del poder o de las instituciones, es intentar controlar la información a como dé lugar que le llega a los ciudadanos, es ocultar hechos que no se miran en la televisión convencional.
La censura está llegando a todas partes, los medios y las personas independientes que hacemos comunicación, que intentamos nuevas formas o abrir nuevos espacios, nos están negando las opciones, o dejándonos sólo el Internet por que todavía no lo tienen del todo controlado, digo que no lo tienen todo controlado por que en mi experiencia en varios colectivos ha sido que de pronto se nos “caen” nuestras páginas web o blog, se bloquean, dependiendo el contenido y la coyuntura.
Con Fecal regresamos al pasado, uno que pensábamos ya habíamos superado, peor aún, se habla de libertad de expresión mientras se bloquea a quienes hacen uso de este derecho y no juegan con el poder o los aparatos de poder, por ello más que nunca la necesidad de redoblar esfuerzos y ampliar iniciativas independientes de comunicación e información.
Quienes hacemos periodismo independiente no somos testigos de la historia, somos actores de nuestra historia, somos medios muchas veces de voces que no tienen acceso a tecnologías negadas por la marginación y la pobreza, somos vehículos de divulgación, somos parte fundamental de la memoria de nuestro pueblo, somos parte de la consciencia crítica de nuestra gente.
Los gobiernos han intentado por diversos medios cerrar espacios de producción y transmisión, de por sí no hay muchos pues, han reducido presupuesto a IMCINE, se monopolizan las salas de exhibición, las cadenas de televisión privada simplemente pasan de lado de los documentales sociales y las producciones independientes, las televisoras estatales tienen muy poco espacio para estos trabajos; hacer documental independiente en México de por sí es complicado, y ahora con la censura galopante y la derecha recalcitrante, se pretende censar lo que se transmite por los canales privados y públicos.
En la guerra sucia del 2006, la propaganda del PAN y de los empresarios afines, difundieron un spot comercial donde se decía que AMLO era un peligro para México, después de 9 meses del gobierno de Fecal y sus conservadores de “levita”, hemos sido testigos y víctimas de quienes en verdad son un peligro para las libertades democráticas, estamos viviendo el retrocesos más acelerado en al vida pública y social de nuestro país, por eso coincido con el nombre del Encuentro de Video Documental Independiente: Contra el silencio, todas las voces; contra el olvido, la memoria; contra la censura más canales de comunicación independientes; contra el vacío de las instancias de cultura, como dicen mis buenos amigos de Fotógrafos Independientes, la resistencia cultural.
Casi al mismo tiempo, el director de cine Luis Mandoki dio a conocer la censura de la que fue objeto por parte de Cinepolis, presumiblemente presionados por Gobernación, para negar la proyección de su documental que testimonia el fraude electoral del 2 de julio de 2006.
Uno piensa que esas cosas no llegan a los mortales como puede ser cualquier otro ciudadano que trabaja en la comunicación o en medios independientes, pero qué va, ayer me enteré que sí, que la censura del gobierno de Felipe Calderón, mejor conocido en el bajo mundo como Fecal, llegó a todas las instancias institucionales, espero que no para quedarse.
Como algunos de ustedes sabrán, yo he trabajado el video de manera independiente desde hace más de 10 años, en Chiapas realicé un buen número de trabajos documentando el conflicto armado interno no resuelto, o sea, el levantamiento del EZLN y realicé varios trabajos de promoción en video de organizaciones sociales y ONG´s.
Resulta que uno de los trabajos, el documental La guerra contra los pueblos zapatistas, realizado en colaboración con el periodista Jesús Ramírez Cuevas en 1999, lo estuvimos promocionando desde entonces, y hasta la fecha ha sido proyectado en festivales, en redes de comunicación y es parte de varias videotecas en Guatemala, México y España.
El documental, dice la sinopsis: “rescata imágenes y testimonios de los pueblos zapatistas en resistencia quienes han sufrido a manos de policías y el ejército federal diversas agresiones, el documental es testimonio de los agravios en el año de 1998 contra su propuesta política organizativa: los municipios autónomos. Testimonios de una guerra disfrazada y la respuesta civil de los pueblos zapatistas”.
Pues bien, recientemente, los organizadores del Encuentro Hispanoamericano de Video Documental Independiente, Contra el Silencio Todas las Voces, abrieron un espacio de proyección en Televisión Educativa (institución que depende de la Secretaría de Educación Pública, encabezada por la fiel amiga de Felipe, Josefina Vázquez Mota), un nuevo espacio para mostrar los trabajos de realizadores y realizadoras que han participado en el Encuentro desde el año 2000.
Mi buen amigo Cristian Calonico nos invitó a Jesús y a mi, como a muchos realizadores más, a participar de este nuevo espacio, así que nos solicitaron una entrevista a la que acudimos gustosos para dar nuestra palabra sobre el documental y la relevancia del testimonios de realizadores independientes frente y en compromiso con los movimientos sociales.
El programa se iba a transmitir en el canal 145 de televisión digital de Cablevisión en su barra del mes de julio, mismo que nunca vimos y pensamos que probablemente lo habían reprogramado para otra fecha, pero ayer que fui a visitarlos para saber qué había sido de él y cómo iba el programa pues me dieron la noticia.
Resulta que nuestra entrevista y el docu no se transmitió por que a las autoridades de Televisión Educativa de México, les pareció que “no era un buen momento político, que mejor dejaban pasar el momento y los trasmitían luego”, Lilia, la segundo de abordo de Cristian, me comentó que muy probablemente también nuestro currículo había sido “responsable” de la censura, pues Jesús es productor de La Verdad Sea Dicha y yo soy cámara y uno de los editores del mismo programa de televisión del gobierno legitimo que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Yo al momento no sabía qué sentir, si enojo por la censura tan descarada que se está dando en todos los espacios y niveles desde que llegó Felipe Calderón a la presidencia, o sentirme alagado y confirmar que mi trabajo va en buen camino, pues si les molesta a los de arriba es que vamos bien. Pero ya pasada la sorpresa pues me puse a pensar que la censura regresó, y como decía en mi reflexión anterior sobre el 1er. supuesto informe de gobierno de Fecal, la actitud de censor de Gobernación es igual a la que vivimos bajo el yugo de los gobiernos priístas de los años 60, 70 y 80.
La censura de la que fuimos objeto no tiene nombre, o sí, son chingaderas pues, es miedo a la crítica, miedo a las posiciones divergentes, al verdadero debate, a la memoria, a la opinión de los ciudadanos que estamos fuera de las esferas del poder o de las instituciones, es intentar controlar la información a como dé lugar que le llega a los ciudadanos, es ocultar hechos que no se miran en la televisión convencional.
La censura está llegando a todas partes, los medios y las personas independientes que hacemos comunicación, que intentamos nuevas formas o abrir nuevos espacios, nos están negando las opciones, o dejándonos sólo el Internet por que todavía no lo tienen del todo controlado, digo que no lo tienen todo controlado por que en mi experiencia en varios colectivos ha sido que de pronto se nos “caen” nuestras páginas web o blog, se bloquean, dependiendo el contenido y la coyuntura.
Con Fecal regresamos al pasado, uno que pensábamos ya habíamos superado, peor aún, se habla de libertad de expresión mientras se bloquea a quienes hacen uso de este derecho y no juegan con el poder o los aparatos de poder, por ello más que nunca la necesidad de redoblar esfuerzos y ampliar iniciativas independientes de comunicación e información.
Quienes hacemos periodismo independiente no somos testigos de la historia, somos actores de nuestra historia, somos medios muchas veces de voces que no tienen acceso a tecnologías negadas por la marginación y la pobreza, somos vehículos de divulgación, somos parte fundamental de la memoria de nuestro pueblo, somos parte de la consciencia crítica de nuestra gente.
Los gobiernos han intentado por diversos medios cerrar espacios de producción y transmisión, de por sí no hay muchos pues, han reducido presupuesto a IMCINE, se monopolizan las salas de exhibición, las cadenas de televisión privada simplemente pasan de lado de los documentales sociales y las producciones independientes, las televisoras estatales tienen muy poco espacio para estos trabajos; hacer documental independiente en México de por sí es complicado, y ahora con la censura galopante y la derecha recalcitrante, se pretende censar lo que se transmite por los canales privados y públicos.
En la guerra sucia del 2006, la propaganda del PAN y de los empresarios afines, difundieron un spot comercial donde se decía que AMLO era un peligro para México, después de 9 meses del gobierno de Fecal y sus conservadores de “levita”, hemos sido testigos y víctimas de quienes en verdad son un peligro para las libertades democráticas, estamos viviendo el retrocesos más acelerado en al vida pública y social de nuestro país, por eso coincido con el nombre del Encuentro de Video Documental Independiente: Contra el silencio, todas las voces; contra el olvido, la memoria; contra la censura más canales de comunicación independientes; contra el vacío de las instancias de cultura, como dicen mis buenos amigos de Fotógrafos Independientes, la resistencia cultural.
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