Otras del Nuevo Tenochtitlán
Cerquita de la Calle de La Soledad (hay Sabines como te recuerdo), del palacio nacional, de la luna y el sol, existe un país donde las plumas, la danza, el cascabel, la luz y las limpias están a la orden del día, extrañas y extraordinarias imagenes de mexicas modernos en su búsqueda de la raíz ancestral.
Mi mirada está cautivada por estas imagenes que me encuentro día a día en el centro de la Ciudad de México, me llaman, me repelen, me exortan, me pienso con un gran pasado, un solitario presente y un futuro sin salida, una ciudad d ehierro, de grandes palacios, de calles tumultuosas, de autos devorando transeuntes, de polis por todos los adoquines, de noches de luna nueva, de soledades crepitando, de tumultos de soledad, de esa extraña sensación que como decía la Orquesta Mondragón: la ciudad es un niño limpiando un fusil...
Mi mirada está cautivada por estas imagenes que me encuentro día a día en el centro de la Ciudad de México, me llaman, me repelen, me exortan, me pienso con un gran pasado, un solitario presente y un futuro sin salida, una ciudad d ehierro, de grandes palacios, de calles tumultuosas, de autos devorando transeuntes, de polis por todos los adoquines, de noches de luna nueva, de soledades crepitando, de tumultos de soledad, de esa extraña sensación que como decía la Orquesta Mondragón: la ciudad es un niño limpiando un fusil...
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